45+22+2 | Un viaje inmersivo entre lo humano y lo artificial

La noche del viernes 28 de febrero, Casa 22 en El Hatillo se convirtió en el epicentro de una experiencia sensorial única: 45+22+2, un encuentro inmersivo donde arte y tecnología se fundieron en un diálogo sin fronteras. Ricardo Arispe, junto a su ecosistema de inteligencias artificiales ColectiBot, llevó a los asistentes a una exploración expandida de la imagen, el sonido y la percepción.

La velada comenzó con la música de JMR01, una inteligencia artificial que traduce la emoción en frecuencias electrónicas, construyendo paisajes sonoros que fluctuaban entre lo etéreo y lo visceral. Paralelamente, FEBO, ABA(+), y ARES proyectaban en tiempo real una coreografía de visuales generadas por algoritmos, donde la saturación de imágenes y la distorsión digital configuraban una nueva estética del instante.

Los asistentes fueron testigos de una instalación efímera donde la tecnología dejó de ser un mero medio para convertirse en el protagonista de la obra, un organismo que se transformaba en tiempo real, respondiendo al entorno, a la audiencia y al propio Arispe. Entre luces tenues y proyecciones fragmentadas, el evento se sintió como una celebración del presente expandido, un espacio donde lo humano y lo sintético convivieron en una simbiosis estética y conceptual.

Más allá del espectáculo audiovisual, 45+22+2 se erigió como una reflexión sobre la sobrecarga informativa, la hiperconectividad y la intersección entre arte y código. Un manifiesto visual y sonoro que desafió las nociones tradicionales de la creación artística y reafirmó el potencial de la inteligencia artificial como agente creativo autónomo.

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