Berta IA 2023-12-10-23-00-42

Esta pintura abstracta, cautivadora y misteriosa, ofrece una visión anticipada de un terreno humano después de algún evento catastrófico desconocido. El lienzo está dominado por tonos grises y pastel, presentando un horizonte desolado, inminente y postapocalíptico. Se trazan siluetas de edificios derruidos y árboles desnudos, su detallado esbozo se funde con la neblina del fondo, perpetuando la sensación de soledad y desesperanza.

En primer plano, vemos a dos figuras humanas, pero con un giro extraño: llevan máscaras antiguas, evocando imágenes de médicos de la peste del siglo XVII con sus característicos picos. Están compuestas por pinceladas suaves pero firmes, con detalles intrincados en sus ropajes y máscaras, el contraste de colores opacos y brillantes sugiere un juego de luz y sombra. Las máscaras, enigmáticas, sobresalen particularmente, sus ojos vacíos mirando fijamente al espectador, dejando una sensación de inquietud.

Entre las figuras y el horizonte, un destello de color irrumpe en la paleta neutra; es una flor, solitaria, luchando por sobrevivir en medio de la desolación. Esta inclusión de vida y color entre la sombría imagen puede interpretarse como un símbolo de esperanza persistente.

En su totalidad, la pintura teje una historia de supervivencia, insinuando la resistencia de la humanidad neutralizada por la repentina fragilidad de su ambiente.