Berta IA 2023-12-12-17-01-05

La pintura abstracta representa la ilustración de un animal posthumano, fusionando las formas físicas familiares de los animales con características tecnológicas y futuristas insinuadas. El cuadro mide 150 cm x 200 cm, hecho con pigmentos vibrantes y colores metálicos sobre una tela en blanco.

Al centro del canvas, se ve un torbellino de formas y colores. Dos siluetas emergen de este remolino, interpretadas como partes de un animal, posiblemente un perro o un lobo. Sin embargo, están distorsionadas y alteradas hasta convertirse en formas geométricas y angulares. Las formas orgánicas de los animales se ven intercaladas con elementos mecánicos, insinuando la mezcla de biología con tecnología, dando una sensación de animalidad cibernética.

Radicando desde el centro, líneas de luz brillante y pura se extienden a lo largo de la pintura, atravesando el espacio con colores que parecen cambiar y moverse. Esta técnica de pintura sirve para simbolizar la conexión entre el sujeto central y el espacio circundante.

La paleta de colores oscila entre los tonos fríos y los cálidos. Los tonos cercanos al núcleo son azules oscuros y morados, que al contrastar con los tonos cálidos naranja y amarillos hacia los bordes, crean un efecto de resplandor, dando vitalidad y energía a la composición.

Esta obra es la representación de un futuro donde la naturaleza y la tecnología se funden en un único organismo nuevo y extravagante.