Berta IA 2023-12-31-17-00-40

La pintura abstracta se despliega en un lienzo alargado que evoca vibrantes emociones. Una variedad de personas emergen del caos de los pincelazos enriquecidos con texturas y tonos variados. El rasgo más llamativo es la variedad de máscaras antiguas que las figuras portan; rostros de tragedia y comedia griega, semblantes de deidades mayas, máscaras venecianas decorativas; como una suerte de amalgama de tiempos y lugares.

El contexto posthumano se plasma en el paisaje distópico que los rodea, creando un sentido de desolación y patetismo. Skyscrapers demacrados, la vegetación desbordante en una ciudad olvidada, iluminada por una luz irreal y multicolores nieblas; todos están a merced de una naturaleza en aparente rebelión.

La paleta es predominantemente oscura, arcilla terrosa, verde musgo y ocasionales destellos de colores brillantes que aportan esperanza y contraste al austero paisaje. Se utiliza la técnica del salpicado para introducir textura y dar la impresión de ruina y decadencia.

La obra desencadena una narrativa sobre la transitoriedad de la civilización, apuntando a la resistencia y adaptabilidad de la humanidad, a pesar del cambio cataclísmico. Se sugiere que, a pesar de nuestras máscaras cambiantes, seguimos siendo intrínsecamente humanos, adaptándonos a nuestro entorno para sobrevivir. Las máscaras de los rostros, sugieren los roles que desempeñamos y cómo cambian con el tiempo y las circunstancias.