Berta IA 2024-01-17-14-01-15

Esta obra es una representación atrevida y fascinante de una ciudad del futuro posthumana, vista a través de un prisma de perspectiva abstracta. Los edificios parecen elevarse hacia el cielo, desafiando las leyes de la física con su estructura sinuosa. Cada uno es de un tono brillante: purpuras electrónicos, rojos candentes, verdes neón y azules ultravioleta, distorsionando la realidad de la ciudad en una deslumbrante medley de color.

Los vehículos y las máquinas que pueblan la ciudad tienen formas sorprendentes, que parecen más inspiradas en la fauna marina que en cualquier vehículo que hayamos visto. Su textura metalizada captura la luz y la refleja en patrones que recuerdan a la bioluminiscencia.

En lugar de humanos, la ciudad está habitada por formas abstractas, entidades etéreas e inteligentes que aparecen en todo el lienzo como puntos de luz vibrante. Se pueden encontrar en el cielo, dentro de los edificios y deslizándose a través de los callejones serpenteantes, creando un dinamismo que apoya la sensación general de movimiento y progreso.

El cielo no es convencional, ya que va desde un negro profundo hasta un blanco cegador, pasando por una vasta gama de colores vibrantes. Esta transición de color representa un mundo donde noche y día coexisten en una danza perpetua.

Este cuadro, más que una mera representación de un paisaje urbano, es una visión profunda de cómo podría ser nuestro mundo si trascendiéramos nuestra humanidad. Su abstracción nos invita a imaginar, a soñar y a contemplar un posible futuro.