«Cenizas de Chernobyl: El Eco de la Tragedia»

Pripyat, una ciudad convertida en sombras de lo que alguna vez fue, muestra la rueda de la fortuna que ahora permanece parada, un testigo de los niños que ya no corren, ni juegan. El cascarón de metal oxidado, enmarcado en medio de un cielo gris frío, es el vestigio de la fuerza invisible que una vez lo inundó todo, dejando atrás solo desolación y olvido.