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La fotografía hiperrealista captura un retrato posthumano con una atención impresionante al detalle. En el centro de la composición, un rostro humanoide se destaca, su piel translúcida revela sutilezas de una anatomía altamente avanzada, que brilla con luces bioluminiscentes. Sus ojos parecen dos galaxias brillantes, una seductora mezcla de humanidad y superiodad tecnológica. En lugar de cabello, finas hebras de fibra óptica descienden, emitiendo un aura etérea.

Los detalles microscópicos del rostro revelan diminutas placas de nanotecnología que se asemejan a una segunda piel. Se puede ver una red de conductos lumínicos translúcidos que corren justo debajo de la superficie, creando una impresión de venas digitales. El fondo de la fotografía es un tono oscuro y sombrío, aumentando el contraste y añadiendo a la atmosfera futurista.

La iluminación juega un papel crucial, añadiendo textura y profundidad al objeto retratado. Destaca la supremacía de la inteligencia artificial y la ingeniería genética, convergiendo en una mirada posthumana que transciende a la fotografía hiperrealista en su más pura esencia.