Testimonio de la Resistencia Futile.

Un vasto campo de armamentos pesados se extiende hasta el horizonte, complementado por el cielo dominado por los colores de la guerra. Un casco de soldado en primer plano, medio enterrado en el barro, sirve como testamento mudo de la resistencia y del constante sacrificio humano frente al poder destructivo de la maquinaria bélica. La granularidad de la imagen y la saturación parcial de los colores, contribuyen a plasmar la grave realidad de la guerra.